Después de un mes lluvias constantes en la mayor parte del país ha salido el sol. Se disfrutará mientras dure… y quienes puedan. Porque después de un mes de lluvias, la salida del sol también conlleva algo muy concreto: polen. Con la lluvia, el polen se mantenía bajo pero el sol hace que se eleve y los alérgicos sufran.
Ojos irritados, congestión, estornudos, tos… mil y un síntomas que pueden ser una auténtica pesadez cuando salimos a la calle a dar un paseo pero que se convierte en un verdadero problema si estamos al volante cuando empezamos a estornudar sin freno.
Cómo aliviar los síntomas de la alergia al volante
Puede parecer algo banal pero todo parece indicar que existe cierta correlación entre los accidentes mortales y la polinización de las plantas. Concretamente, en Estados Unidos calculaban que los accidentes con fallecidos aumentan alrededor del 6% cuando los conductores sufren más los síntomas de la alergia.
Teniendo esto claro, ¿qué podemos hacer para evitar las consecuencias de la alergia y reducir los riesgos?
Los consejos antes de ponernos al volante
Lo primero y más recomendable es, como para muchas otras cosas, llevar un buen mantenimiento y limpieza del coche.
En primer lugar, lo básico y lo que podemos hacer con más frecuencia: limpia el coche. Y hazlo a conciencia, poniendo especial cuidado en los lugares donde se suele acumular el polvo y en las rejillas de la ventilación. Es bueno pasar los cristales frecuentemente y, en general, llevar el coche lo más limpio posible.
Es especialmente interesante mantener la tapicería lo más limpia posible. Aspira los asientos y así evitarás que queden posibles restos de polvo. Es especialmente importante si, por ejemplo, tienes alergia a algún animal.
Pero además de esto, hay que mantener el coche en el mejor estado posible y, en este caso, hablamos de los filtros del aire. Este componente se recomienda cambiarlo una vez al año pero si haces muchos kilómetros o si allí donde vives hay mucho polen y dejas el coche aparcado en la calle, es buena idea cambiarlos cada seis meses. De esta manera, el aire que se cuele al interior del habitáculo será de mejor calidad y estará más limpio.