Los residentes de la pequeña comunidad que rodea la sede de SpaceX en Boca Chica, al sureste de Texas, han votado abrumadoramente a favor de constituir la ciudad de Starbase. Un paso que otorga a la compañía de Elon Musk un nivel de autonomía sin precedentes para desarrollar el enorme cohete Starship.
Solo seis votos en contra. Como contamos en diciembre, SpaceX había iniciado los trámites legales para convertir su creciente complejo texano en un municipio independiente. El movimiento siguió a la decisión de Musk de trasladar la sede oficial de SpaceX de California a Texas, en busca de un entorno regulatorio y fiscal más favorable, y con el apoyo explícito del gobernador del estado, Greg Abbott. Ahora, ese plan se ha materializado.
La votación tuvo lugar el sábado y se saldó con 212 votos a favor y solo seis en contra, según el Departamento de Elecciones del Condado de Cameron. No es una sorpresa, teniendo en cuenta que la inmensa mayoría de los aproximadamente 283 votantes elegibles dentro del territorio de 3,9 kilómetros cuadrados son empleados de SpaceX o sus familiares.
Quién es el nuevo alcalde. La ciudad de Starbase estará gobernada por una comisión municipal de tres miembros, compuesta, como era de esperar, por tres personas vinculadas a SpaceX que se presentaron al cargo sin oposición.
El alcalde es Bobby Peden, actual vicepresidente de pruebas y lanzamientos en Texas de SpaceX. Jenna Petrzelka, ex gerente de operaciones de ingeniería en Starbase, y Jordan Buss, actual director sénior de salud ambiental y seguridad de SpaceX, serán los otros dos concejales.
¿Para qué necesita SpaceX su propia ciudad? La clave es el control y la agilidad que gana con el cambio. Según una carta a las autoridades firmada a finales de 2024 por Kathryn Lueders (directora general de Starbase y exdirectora de vuelos tripulados de la NASA), Starbase adquiere una mayor autonomía para agilizar el desarrollo de Starship y la colonización de Marte.